Claudia Álvarez
Referencia: Lama Cantero, S., & Amián Mata, V. (2017). Campaña de sensibilización sobre la desigualdad de género en la infancia: todo el mundo es feminista hasta que se le enseña lo contrario.
Este artículo trata de un TFG realizado
por dos alumnas de Publicidad y Relaciones Públicas, en el año 2017. En el
documento podemos apreciar apartados como el sexismo en el entretenimiento
infantil, la inexistencia de la enseñanza de igualdad en todos los colegios, experiencias
personales de ambas autoras etc.
Una de las autoras, Violeta, nos cuenta
una ocasión en la que toda su familia se reunió a comer y solo las mujeres
cocinaban, ponían y quitaban la mesa. Al ver esa situación, a la hora de quitar
la mesa, Violeta no se dignó a levantarse al igual que los seis hombres que estaban
sentados en la mesa sin haber hecho nada anteriormente. Sin embargo su hermano,
como persona educada, se levantó y ayudó a quitar la mesa. Al ver la situación,
sus tías le dijeron a su madre que qué niño mas amable. Dieron a entender con
comentarios que el hermano por ser hombre no tenía porqué haber quitado la
mesa, sin embargo Violeta al ser mujer y al haber ayudado anteriormente sí. Pero
los seis hombres que se encontraban sentados, quitándose los últimos restos de
comida, no.
En este sentido Amián Mata y Lama Cantero
(2017, p.3) consideran que:
Muchas veces se piensa que se está educando a una persona en
un entorno igualitario, pero existen multitud de micromachismos que a simple
vista no se ven o no se quieren ver porque están muy asentados en la sociedad,
que acaban inculcándose a los menores y perpetuándose en el tiempo.
Reflejando el entretenimiento infantil, Amián y Lama (2017)
sostienen el brutal sexismo que caracteriza a Disney, sin embargo están optando
cada vez más por romper con esos estereotipos, otorgándole a las chicas un rol
que no se asemeje tanto a la típica princesa delicada y dependiente del príncipe.
Este nuevo ajuste lo podemos ver en películas como “Moana” o “Brave”.
Haciendo referencia a los colegios e institutos, las autoras
de este artículo nos otorgan diversas noticas; en Melbourne, Australia, el
instituto FitzRoy comenzó a impartir la asignatura de feminismo en el año 2016
gracias a unas alumnas del mismo. Estas se quejaron del gran peso masculino en
la literatura recomendada para su enseñanza por lo que comenzaron un debate,
que fue creciendo hasta conseguir una asignatura sobre la igualdad de género.
(Amián y Lama, 2017).
Existen pequeñas pinceladas de feminismo en los colegios e
institutos pero no podemos ver que se propague o enseñe como una asignatura
como en el caso del FitzRoy. No existe en España una línea que seguir para la
enseñanza de igualdad, depende de cada colegio e instituto y de cada
profesional de la enseñanza. (Amián y Lama, 2017, p.13)
Día a día en el aprendizaje de los niños, influyen matices
discretos y no tan discretos, esto quiere decir que la desigualdad también se
transmite a través de sutiles gestos cotidianos tan simples como que,
inconscientemente, a un niño desde pequeño ya se le pregunte “¿tienes novia?”,
dándose por hecho que su orientación sexual es la heterosexualidad. O que a una
niña se le incite a jugar a las “Barbies” y a un niño se le compren coches o
herramientas de construcción.
Como afirman Amián y Lama (2017), todos nacemos sin ningún
complejo social o prejuicios. Por lo que podemos considerar que nacemos
feministas. Pero conforme vamos creciendo, por cultura e influencias externas,
la cosa cambia y adquirimos valores que vemos y nos enseñan.
Estas autoras deciden cerrar su artículo con una gran frase “Porque
todo el mundo nace feminista hasta que se le enseña lo contrario”
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